La primera dama Raquel Arbaje, que se identifica con la posición de su esposo sobre las tres causales del aborto, también cerró filas con quienes favorecen un referéndum para superar el impasse con el proyecto en las cámaras legislativas.
Su intervención contiene un mensaje de solidaridad con las feministas al plantear una alternativa que contradice el rechazo en todas sus formas de la despenalización de la interrupción del embarazo que sustenta la Iglesia católica.
Los legisladores son los que deben asumir su responsabilidad conforme a su propio criterio, pero es más que obvio que están atrapados en una lucha de intereses.
Se ha hablado de aprobar solo una de las tres causales, pero la decisión no satisface a la Iglesia católica. El referéndum con el que concuerdan sectores del clero podría erigirse como una opción para resolver el tranque.