Pendiente de reportes adicionales durante el día de hoy, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) reportó 14 fallecimientos, cinco a causa de accidentes de tránsito, durante la primera fase del “Operativo Conciencia por la Vida”, que se ejecutó de jueves a domingo.
Como ha sido fatídica tradición, en la mayoría de los accidentes de tránsito durante las festividades de Navidad y Año Nuevo se involucran motocicletas, al totalizar 87 de los 122 percances viales acaecidos en los últimos cuatro días.
De los 402 casos de intoxicaciones reportadas por las autoridades, más de 300 corresponden a excesiva ingesta de alcohol, como si los afectados intentaran agotar todos los inventarios de bebidas alcohólicas, aunque el Ministerio Público debería procesar a los padres de 18 menores que figuran entre los intoxicados.
Solo cinco de las 14 muertes reportadas se incluyen dentro del dispositivo de seguridad vial, por lo que puede decirse que el operativo de prevención ejecutado por el COE evitó un número mayor de muertos y heridos al controlar o impedir mayor desenfreno en autopistas y carreteras.
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La población exhibió un comportamiento cercano a lo ejemplar, lo que unido al eficiente patrullaje policial y oportunas asistencias viales y de emergencia médica, impidieron que más luto y desgracia invadieran hogares dominicanos. Las felicitaciones van dirigidas a unos y otros.
¿Cuento de camino?
En un abrir y cerrar de ojos, el mundo ha quedado atrapado en la incertidumbre por la nueva variante de la covid-19, ómicron, que irrumpe como tsunami principalmente en Europa y Estados Unidos, en nuevos rebrotes pandémicos que laceran la recuperación económica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó a los gobiernos sobre la variante ómicron, a los que exhortó a hacer todo lo que sea posible para contener su propagación que resulta más rápido de lo esperado, pero aquí, la población no parece darse por enterada.
La nueva variante ha fastidiado las festividades navideñas en la mayoría de los 27 países de la Unión Europea y en la mayoría de las ciudades, pero para la mayoría de los dominicanos el recrudecimiento de los contagios es solo cuento de camino, sin que se repare lo trágico que sería volver a los tiempos de toque de queda y colapso económico provocado por una imparable variante pandémica.
