La procuradora Yeni Berenice Reynoso, contra quien se ha denunciado una supuesta trama para ultimarla, ha vuelto a relacionar a imputados en la Operación Coral con maniobras para amedrentar a personas y obstruir las investigaciones sobre la red de corrupción que dirigiría el mayor general Adán Cáceres Silvestre.

Nada se puede dudar y menos en casos de tanta dimensión, pero conviene para despejar conjeturas que Reynoso, directora de la Procuraduría contra la Corrupción, aporte más elementos al respecto.

Al margen de las infracciones que se les atribuyan los detenidos no pueden convertirse en víctimas, menos cuando las autoridades disponen de medios para actuar sobre amenazas o la colocación de obstáculos a los procesos judiciales.

Con denuncias en el aire la funcionaria hace gala de un protagonismo que no entona con el proceso.