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Un conjunto de organizaciones, movimientos y ciudadanos de la sociedad civil han conformado Coalición Democrática, entidad que pretende estructurar un frente político social opositor de cara a las elecciones del 2020 con el objetivo estratégico de regenerar el ejercicio de la política en el país.
El surgimiento de la referida Coalición se sustenta en tres premisas fundamentales: La primera es la necesidad de producir un cambio político en la conducción del Estado dominicano, lo cual pasa por la salida del PLD del poder ante el convencimiento absoluto de su fracaso en la aplicación de políticas públicas que han resultado fallidas para la solución de los históricos problemas que padecemos y por su responsabilidad culposa con la instalación de un sistema de corrupción obsceno seguido de una descarada impunidad.
La segunda, la imposibilidad de generar ese cambio con la reiteración de las características esenciales que han primado en la participación electoral de la oposición, en las que se destacan el fraccionamiento, la dispersión, prevalencia de egos hipertrofiados y la dilución de esfuerzos cuya separación ha carecido de toda justificación lógica.
La tercera es la importancia de que ese cambio imprescindible tenga significación cualitativa, que no se reduzca a una simple sustitución de caras, sino que combata con propuestas y compromisos trascendentes las grandes problemáticas nacionales y de esa forma acercarnos a la construcción de la sociedad que demandan segmentos mayoritarios de la nación que le permitan salir de los lastimosos lugares que ocupa en las mediciones de las variables que determinan el índice de desarrollo humano.
Al concebirse y materializarse la idea de la Coalición, corresponde fortalecerla para que se torne amplia y aborde con mayor vigor y capacidad de persuasión a posibles aliados a los cuales plantearles el propósito de estructurar el frente opositor.
Esa decisión obliga a revisar opciones disponibles para tareas que en principio están compelidas a ser de corto y mediano plazos ante el escaso tiempo que media entre el presente y los venideros comicios, por un lado, y por el otro debido a la gravedad de la situación del país, sobre todo ante obvios indicios de que la falsía sobre la cual se sustenta el cacareado crecimiento de nuestra economía empieza a aflorar y podríamos estar en los albores de una crisis económica con repercusión social y política.
Con quién constituir ese Frente Opositor es el aspecto neurálgico para muchos. Mi opinión en la próxima entrega.
