Página Dos

Cójanlo

Cójanlo

Mal síntoma

 

En Pantoja, Los Alcarrizos, una multitud linchó a uno y dejó gravemente herido a un menor de 16 años que junto a otro joven habían atracado una mujer y un colmado. Los linchamientos son un mal síntoma, que nada los justifica y contra los que se tiene que actuar de inmediato. Por un lado tienden a propagarse a través del contagio como respuesta contra la delincuencia y el raterismo, en tanto que  cuestionan un sistema basado en la justicia.

Los sospechosos de tomarse la justicia en sus manos con la muerte a golpes del presunto atracador tienen que ser detenidos y traducidos a los tribunales. Ha de tomarse en cuenta que la impunidad puede estimular un método bárbaro, impropio de una sociedad civilizada que en ningún acápite de su sistema judicial contempla la pena de muerte.

La decisión de que la gente opte por tomar la justicia en sus manos plantea no solo desesperación, sino poca confianza en las autoridades. Que nadie quiera llamarse a engaño o buscar la quinta pata al gato. De primar la confianza tal vez los jóvenes, en lugar de  golpeados y linchados, hubieran sido entregados para que se les juzgue por sus acciones.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación