Misil de Temo
Como precandidato presidencial, el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo se ha rebelado contra la introspección que, en el mejor de los casos, ha caracterizado al Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Por tratarse de un dirigente histórico, la posición asumida por Temístocles Montás en modo alguno puede pasar inadvertida en un partido que no es dado a las contradicciones entre sus figuras más connotadas, por lo menos en público.
No ha dejado de llamar la atención, por ejemplo, su afirmación de que la mayoría de sus compañeros del Comité Político comparten su criterio sobre alternabilidad y el liderazgo político, pero que no se atreven a decirlo.
Deja mucho que desear que en un partido político los dirigentes no se atrevan, por las razones que fueren, a emitir o debatir su opinión sobre un tema dado. Puede deducirse que prima la hipocresía o que se teme a acciones represivas. Con un discurso más conceptual que populista o clientelista, en su campaña proselitista Montás no se ha privado en la omisión de opiniones tan incisivas como la de que el continuismo es azaroso. Al margen de la intención el señalamiento sobre sus compañeros lo que ha soltado es un misil.