Disputa ruidosa
Que termine en los tribunales una disputa interinstitucional, como la protagonizada por la Alcaldía y la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan), tiene que activar las antenas porque no es lo usual en los entes dirigidos por peledeístas.
El mismo espíritu de la querella, en la que el alcalde Abel Martínez Durán denuncia un desfalco por más de 133 millones de pesos y solicita prisión y una multa contra el director de Coraasan, Silvio Durán Rodríguez, es de por sí bastante ruidoso. Sobre la supuesta retención de los pagos correspondientes a los arbitrios municipales, lo que ha alegado Durán Rodríguez es que la decisión ha sido adoptada en virtud de una deuda que el cabildo tiene con la entidad que dirige.
De todas formas, resulta muy extraño que los dos dirigentes de un partido que se ha caracterizado por no hacer públicas sus diferencias internas se acusen de desfalco y desacatar mandamientos judiciales en un momento en que amplios sectores han tomado las calles contra la corrupción y la impunidad. La disputa, que traduce las diferencias internas que corroen al peledeísmo, agrega más combustible a la hoguera social.