Cuestionado poderío
El elevado número de víctimas y la demora de las autoridades chinas para controlar el coronavirus cuestionan la capacidad del gigante asiático para combatir el desafío sanitario. Las defensas de China, tan poderosas en el plano militar y económico, han lucido débiles ante la epidemia que se ha cobrado la vida de más de dos mil personas.
Como última medida de emergencia las autoridades restringieron el movimiento de otros 24 millones de personas en la provincia de Hubei, cuya capital es Wuhan, donde se originó el brote. Con la capacidad tecnológica de China, que hoy lucha contra reloj, se pensó que en cuestión de días el virus estaría controlado. Para colmo hasta las cifras de víctimas ya han comenzado a ser cuestionadas por potencias como Estados Unidos.
A consecuencia de coronavirus todos los países que tienen intercambio con China han tomado estrictas medidas de seguridad para evitar la propagación de la enfermedad.
Es un hecho el efecto negativo que la epidemia tiene en la economía mundial. Hasta los contactos con los nacionales chinos diseminados por el mundo se han limitado a causa de la enfermedad. Las autoridades tienen en el virus un verdadero desafío.