El proceso de ratificación o salida de 12 jueces de la Suprema Corte Justicia (SCJ) a cargo del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) ha iniciado con buen pie con la aprobación a unanimidad del reglamento de evaluación a esos magistrados que cumplieron el periodo para el cual fueron electos.
Conforme a lo aprobado las entrevistas realizadas a esos jueces serán públicas y los evaluados deberán contestar todas las interrogantes que se formulen en torno a su desempeño en la SCJ, lo que garantiza transparencia en el proceso para su ratificación o su salida.
Los dos miembros que representan a la oposición política en el CNM han expresado complacencia porque fue aceptada su propuesta de publicar el contenido del reglamento de evaluación, clara señal de que todo el proceso marcha por buen camino.
La Suprema Corte de Justicia es el pilar esencial del ordenamiento jurídico nacional y faro de jurisprudencia que guía a todos los tribunales y cortes de la República, por lo que el proceso de escogencia, ratificación o separación de cualquiera de sus miembros no puede ni debe convertirse en deprimente espectáculo teatrero.
De antemano, los 12 jueces de la Suprema Corte que se someterían al escrutinio del CNM, se reputan como magistrados probos y honorables, condiciones que deben ser resaltadas al momento de su evaluación, aunque se entiende que el desempeño de cada cual determinará si se va o se queda.
La presentación de esas entrevistas por televisión no debería confundirse con un Coliseo Romano, ni como provechosa oportunidad para esgrimir vendetta política. La sociedad aspira a que el Consejo Nacional de la Magistratura realice todas las diligencias de lugar a los fines de escoger o ratificar a los mejores entre los buenos.
Se aconseja a los ocho miembros del CNM desconectar todo vínculo de su muy elevada, trascendente y delicada misión con intereses partidarios, corporativos o de cualquier otra índole, porque esta vez debería prevalecer la asociación entre la íntima convicción y la ley.
El anterior proceso de selección de cuatro jueces del Tribunal Constitucional fue definido como ejemplar y transparente, cualidades que deben estar presentes en todo el proceso de evaluación de los jueces de la Suprema Corte de Justicia, para lo cual se requiere de honradez, prudencia, sabiduría, responsabilidad y elevado sentido cívico.
