Editorial

Conflictos en la minería

Conflictos en la minería

El Gobierno está compelido a otorgar a la minería el sitial que corresponde a un gran aportante al crecimiento de la economía y a la generación de empleos, por lo que en lo inmediato debe afrontar el cúmulo de conflictos sin resolver que afectan la actividad minera.

No se aspira a que los ministerios de Medio Ambiente y Recursos Naturales y de Energía y Minas otorguen permisos de concesiones para la explotación de yacimientos minerales o de agregados no metálicos, pero sí a que se conviertan en referentes de eficiencia de respeto a la ley.

Entre los casos no resueltos figura el de una empresa minera que adquirió una planta dotada de tecnología para extraer y procesar oro y plata de la presa La Laguna, sobre la cual Rosario Dominicana vertía material sulfuroso de sus operaciones mineras.

Con esos equipos valorados en US$100 millones, se procesaron unas 600 mil onzas de oro y plata, pero concluida esa operación, la compañía solicitó al Gobierno permiso para procesar material sulfuroso local o importado.
La firma la Gold Quest, localizó un yacimiento de oro en Loma Romero, San Juan, que sería extraído con el mismo sistema usado para extraer cobre en Loma Maimón, mediante el taladro de la montaña. El material sería procesado en Cerro Maimón y no se utilizaría agua del río San Juan, sino la proveniente de las lluvias recolectada en grandes albergues.

Barrick Gold encontró otro yacimiento de oro y plata debajo del que actualmente explota, que extendería la vida útil de la mina hasta 2044, con un potencial de extracción de 35 millones de onzas del metal y 200 millones de onzas de plata, por lo que gestiona construir otra presa de cola en Guanzo, Monte Plata, pero grupos comunitarios impiden el ingreso de técnicos a la zona.

Falconbrige afirma que solo seis mil de las 400 mil hectáreas que posee en Loma Miranda serían objeto de extracción de ferroníquel que sería procesado en instalaciones de Loma Peguera, pero grupos ambientalistas se oponen a la explotación de ese yacimiento. En Barahona, una multitud impidió el traslado hacia el puerto de camiones cargados de carbonato de calcio del mineral extraído de la mina concesionada a una empresa estadounidense.

La minería dominicana no resulta hoy atractiva a la inversión extranjera, quizás porque el Gobierno mercadea un mensaje extraviado, que no tiene que ver con el compromiso de salvaguardar el medio ambiente, sino con indeseable indecisión o temor a asumir posiciones, lo que provoca la acumulación de conflictos cada vez más extensos e intensos.

El Nacional

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