Opinión Editorial

¿Conflictos sociales?

¿Conflictos sociales?

No debería asumirse como algo normal o cotidiano la muerte a tiros durante el fin de semana de tres personas en el sector La Guáyiga, Pedro Brand, y el deceso de un joven de 16 años a causa de un disparo en medio de enfrentamientos entre bandas, en el barrio Capotillo, ni tampoco atribuirlos a “conflictos sociales”.

Ya la Policía dijo que José Manuel Morel, de 28 años; Castillo de los Santos Contreras, de 48 y Yefri Manuel Morel, de 24, muertos por heridas de armas de fuego, “tenían antecedentes penales” o eran “presuntos delincuentes”, pero hace falta indagar las circunstancias en las cuales se produjo ese triple asesinato.

El menor Yowin Carlos Polanco Laureano murió de un balazo en la cabeza al encontrarse en medio de un enfrentamiento entre bandas rivales, durante el cual otras tres personas sufrieron impactos de balas. Los individuos intervinientes en esa balacera también son definidos como «presuntos delincuentes».

Lo que la Policía tipifica como homicidios derivados de “conflictos sociales” son causados por integrantes de bandas que perpetran atracos, sicariatos o trafican con drogas, por lo que no debería disminuir la gravedad que implica encontrar cuerpos baleados de tres personas o la muerte de un menor sorprendido en medio de un tiroteo entre bandas delincuenciales.

Sin importar si los tres individuos muertos en el sector La Guáyiga tenían antecedentes penales o definidos como “presuntos delincuentes”, se requiere que Ministerio Público y Policía muevan cielo y tierra para identificar a los victimarios y desmantelar el andamiaje criminal que patrocinó ese triple asesinato.

Se subraya que el menor Yowin Carlos Polanco murió de un disparo fulminante en la cabeza durante un enfrentamiento a tiros entre bandas que imponen terror y violencia en la barriada de Capotillo, una tragedia que conmina a las autoridades a identificar, apresar y someter a la justicia a todos esos vándalos.
No basta que el Ministerio de Interior y Policía recolecte estadísticas sobre homicidios, la mayoría de los cuales encasillan en “conflictos sociales”, para someterlos a una operación de suma y resta, que casi siempre marca como resultado una reducción de esos tipos de sucesos.

Las tres personas muertas a balazos en Pedro Brand no se tipifican como crimen resultante de algún “conflicto social”, ni tampoco el menor ultimado en el barrio Capotillo, porque ambos casos están relacionados con bandas vinculadas con tráfico de drogas, sicariatos y otros crímenes violentos, lo que no es normal ni rutinario.

El Nacional

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