Dicen que el genio se compone algo de talento y de mucha perseverancia, y de inagotable pasión y determinación para tener un corazón de campeón. Lionel Messi, considerado el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos, logrando finalmente conquistar junto a la selección Argentina la Copa en el Mundial de Qatar 2022, es la mejor muestra y paradigma.

Este Mundial fue la merecida y final oportunidad que dejó claro y con broche de oro su gran legado en la historia del fútbol. No es solamente su talento, su poderosa zurda, sus golazos, su arte de escabullirse y armar jugadas geniales, sino su capacidad de insistir, persistir y resistir, de mejorar y superarse a si mismo, una y otra vez, hasta alcanzar su meta, sus sueños de lograr la victoria en nombre de su país.

Messi llegó al Mundial de Qatar con 35 años de edad, determinado hacer grandes cosas, de intentarlo una vez más, confiado en el equipo y en Scaloni, que eligió paso a paso a los mejores intérpretes y supo conjugar la experiencia de aquellos veteranos con una nueva generación que llegó para renovar el aire y la mentalidad de todos.

Esa combinación de Messi, Di María, Otamendi, se unió a De Paul, Paredes, l“Dibu” Martínez y más, conquistando y enamorando a la fanaticada. Se jugaron partidos apoteóticos , muchos no aptos para cardíacos, donde el resto de los jugadores del equipo se fueron soltando y creciendo de la mano de su líder Messi, que por momentos pareció correr indetenible como los primeros tiempos en Barcelona, potenciado también por tener a su familia en la tribuna y a sus hijos.

La final con Francia, un digno y peligroso rival, fue una verdadera batalla campal que parecía un guión perfecto de una película épica, donde Messi y Argentina lograron llevarse el triunfo en una final que fue también un choque de generaciones entre el actual mejor del mundo que es Messi y su aparente sucesor Mbappé, joven estrella francesa, quien gravitará con sus hazañas el mundo del fútbol en la proxima decada y más.

Lionel Messi es la historia misma del fútbol que después de tanto batallar e insistir, caer y levantarse, de bajar los brazos y volver a intentarlo, conquistó por lo que tanto trabajó y sé esforzó, la gloria eterna de ser campeón mundial. Fue el protagonista de este Mundial logrando varios nuevos récords y culminando su gran obra futbolística con su ansiada copa, la que tantas veces, hasta cuatro, había buscado anteriormente sin éxito.

Con una gran capitanía y presencia, tirando del equipo tras la inesperada y dura derrota ante Arabia Saudita en el estreno, Messi pudo cumplir el sueño de ganar un Mundial para Argentina, el tercero para el país tras los del 1978 y México 1986. Expresó luego de la ceremonia donde levantó la Copa: “Dije que Dios me la iba a regalar, presentía que era ésta ocasión. Sufrimos, pero lo conseguimos.