Santo Domingo.- Las universidades tienen que sacudirse y colocarse a tono, para aprovechar las oportunidades que ofrecen los cambios tecnológicos, modificando sus paradigmas de producción y consumo, que inevitablemente tendrán efectos en el mercado del trabajo, dijo el profesor Francisco Cruz Pascal.
El educador entiende que las academias no pueden competir con la industria tecnológica del planeta, pero en cuanto a estos cambios específicos en el sector productivo, deben reflexionar para tomar acciones académicas, sobre los efectos que no se ven a simple vista, que presentan puntualmente avances en plataformas y herramientas de la salud, la educación, la vivienda y el transporte.
Las academias a través de sus escuelas especializadas, en la administración, negocios y en las diversas ingenierías debe ir a la creación de plataformas tecnológicas para innovar los procesos, porque los modelos de negocios basados en tecnologías emergentes e innovación, están experimentando un gran crecimiento, ofreciendo a las Instituciones de Educación Superior, nuevas rutas de contenido de las asignaturas.
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Ante estas realidades las universidades tienen que relacionarse hacer alianzas con los sectores industriales, los laboratorios especializados y los empresarios en sentido general, para incursionar en mejorar con miras a reducir los altos niveles de desigualdad en avances tecnológicos, entre las empresas y las academias, consideró el educador.
Sigue diciendo el profesor las academias universitarias están rezagadas respecto a las empresas en cuestiones de tecnología y otros aspectos relevantes.
Ya que el proceso de cambio es permanente en el mundo tecnológico puede ser una oportunidad para trabajar juntos por el futuro socioeconómico del país, en beneficio del desarrollo y crecimiento nacional.
También el gobierno debe promover esta oportunidad, para integrar políticas públicas en un esfuerzo tripartito para tratar de disminuir brechas sociales, mejorando el modelo de desarrollo actual.
La gestión universitaria debería servir de modelo al gobierno digital del futuro, porque tiene esa oportunidad, en este instante de consolidación de la revolución tecnológica 4.0, un verdadero momento de cambio a nivel global, enfatizado en la digitalización y la innovación.
Lo que decimos en el párrafo anterior, también va para apoyar desde la academia un reenfoque prudente del modelo productivo de la nación hacia una economía innovadora, que mejore las condiciones del trabajo, elevando su calidad en zonas industriales, para asegurar una generación de riqueza de mayor dinamismo y competitividad. Todo negocio o compañía debe sentirse obligada a una constante transformación a través de la innovación, para garantizar competitividad.
Historia
Poco después de terminar la primera guerra mundial, las universidades fueron perdiendo la batalla de la innovación tecnológica y los descubrimientos, pero, fue a partir del final de la Segunda Guerra Mundial que terminó de perder “la hegemonía de lo nuevo” en el conocimiento. A tal punto, que la primera Revolución Tecnológica no tuvo referente académico.
