La libertad condicional dispuesta por el Cuarto Juzgado de Instrucción del exdirector de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (Omsa), Manuel Rivas, y del coronel Faustino Rosario, imputados por los escándalos de corrupción que sacudieron el organismo denunciados por el asesinado abogado y profesor universitario Yuniol Ramírez en octubre de 2017, vuelve a colocar el crimen sobre el tapete.
La Procuraduría General de la República, que excluyó tanto a Rivas como a Rosario del expediente sobre la muerte de Ramírez y que ha fracasado en la extradición desde Nueva York de uno de los principales imputados en el crimen, anunció que apelará la decisión del tribunal.
En un caso colmado de incidentes y denuncias de protección a los imputados, que va para tres años sin iniciarse el juicio de fondo, sorprende que Rivas y Rosario todavía estuvieran en prisión. La demora ratifica la falta de voluntad para avanzar en el proceso sobre la muerte de Ramírez, cuyo cadáver fue encontrado atado con una cadena y con block encima en el río Manoguayabo.
Argenis Contreras, principal acusado de la muerte de Ramírez, salió del país un día después del suceso con destino a Miami, Florida, en un vuelo comercial.
El desinterés para aclarar los casos que los familiares relacionan entre sí se ha atribuido a razones políticas. Pero se espera que las nuevas autoridades retomen las investigaciones para evitar que tanto el alevoso crimen como los escándalos de corrupción denunciados por el abogado queden impunes.