Opinión

CRÓNICA DEL PRESENTE

CRÓNICA DEL PRESENTE

¡14 de Junio de 1959!

E l autor de esta columna ha referido, recordado y analizado, los dos episodios más importantes de la historia contemporánea del pueblo dominicano. Esos dos episodios, imborrables, eternos, admirables, que no sólo debemos recordar, sino también venerar, vinieron a poner el sello final a las extraordinarias acciones de valor, que estamos obligados a heredar de la nación dominicana, que más ha combatido en defensa de su soberanía e independencia.

Hemos ratificado, y seguimos haciéndolo, contra las fuerzas militares de países europeos y americanos que se han enfrentado esta familia dueña de un pequeño territorio insular que ha llegado, ahora en el siglo XXI a tener una población de algo más de 10 millones de habitantes, pero que ha ratificado, esa hermosa exclamación de una de las grandes figuras políticas de todos los tiempos de América: Fidel Castro Ruz, que nos llamó “Pueblo Legendario, Veterano de la Historia y David del Caribe”.

Esos dos episodios en nuestro calendario son el desembarco legendario el 14 de junio de 1959 y el 24 de abril de 1965. La primera, el desembarco aéreo en el aeropuerto de Constanza de un contingente con más de 50 hombres para combatir la férrea y agresiva dictadura de Rafael Trujillo Molina; y la segunda el levantamiento militar apoyado por el pueblo que se produjo el 24 de abril de 1965 en Santo Domingo, organizado en las filas del Ejército y otras instituciones de las Fuerzas Armadas por el coronel Rafael Fernández Domínguez, bajo la dirección política del profesor Juan Bosch, que tenía como objetivo llevarlo de nuevo a la presidencia de la República, como cabeza de gobierno que se había dado al pueblo dominicano el 20 de diciembre de 1962.

Ese acto responsable y valiente, de un sector del Ejército, fue enfrentado por la intervención militar de las tropas estadounidenses ordenada por el nefasto presidente Lyndon Johnson. Quedando constituido un gobierno de República Dominicana en Armas, elegido por el Congreso Nacional, bajo la jefatura del coronel Francisco A. Caamaño Deñó.

Las expediciones de junio de 1959 habían sido delatadas para el conocimiento del régimen de Trujillo, por un personaje de gran importancia en ese entonces del gobierno revolucionario de Cuba, encabezado por Fidel Castro , a partir del 1 de enero de 1959; ese personaje, repudiable e inaceptable comandante Pedro Luis Díaz Lanz, jefe de la Fuerza Aérea Revolucionaria de Cuba, que desertó con su familia en los primero días de junio de 1959, y aterrizó en el aeropuerto internacional de Punta Caucedo, donde se le entregó la suma de US$250,000.00 como pago de su traición, este personaje funesto se suicidó el 26 de agosto del 2008 en la ciudad de Miami, después de haber sido largo tiempo agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

El inolvidable sacrificio de los mártires y héroes de las expediciones de junio de 1959, así como el sacrificio de los héroes y próceres del glorioso levantamiento del 24 de abril de 1965, son recuerdos imborrables e inmortales que los dominicanos debemos mantener en lo más alto posible, porque entre otros de los grandes episodios de nuestra historia, deben servir de ejemplo a diario, mañana tarde y noche, eternamente, como advertencia a los traidores que habitan en el país, a los organismos internacionales desacreditados y a todos aquellos que conspiran y luchan por esa idea, de que desaparezca para siempre la nación dominicana convertida en república a partir del 27 de febrero de 1844 y ratificada a partir del 16 de agosto de 1863.

El Nacional

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