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Cuba convoca a ejercicio militar en día de marcha opositora

Cuba convoca a ejercicio militar en día de marcha opositora



Por ANDREA RODRIGUEZ |
LA HABANA (AP) — El gobierno cubano convocó a un ejercicio militar para el 20 de noviembre, la misma fecha en que grupos contestatarios habían solicitado una autorización para realizar marchas pacíficas.

En reacción el colectivo de redes sociales Archipiélago, los organizadores de la manifestación, anunció poco después que acordaron adelantar la protesta para el día 15 del mismo mes, pero no suspenderla.

Un comunicado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias publicado en medios oficiales el viernes indicó que “considerando el mejoramiento de la situación epidemiológica en el país” se mantendría la celebración del “Ejercicio Moncada” desde el 18 hasta el 20 de noviembre, en que se festejará el “Día de la Defensa Nacional”.

Las jornadas de defensa son relativamente habituales en la isla desde hace más de una década —en ocasiones para más o menos estas mismas fechas— y suelen conllevar la movilización de civiles y militares como parte de lo que las autoridades llaman “guerra de todo el pueblo”, buscando aceitar los mecanismos para situaciones extraordinarias que van desde una intervención armada externa al país hasta una catástrofe natural como un ciclón.

Pero en esta ocasión, grupos de activistas opositores habían presentado cartas a los gobiernos locales solicitando realizar marchas pacíficas, más de dos meses después de unas manifestaciones antigubernamentales que ganaron titulares en el mundo por ser inusuales.

En septiembre una veintena de personas, incluidos artistas como el dramaturgo Yunior García Aguilera, periodistas independientes como Luz Escobar y disidentes políticos como Manuel Cuesta Morúa, entregaron una solicitud para manifestarse en La Habana “contra la violencia, para exigir que se respeten todos los derechos de todos los cubanos, por la liberación de los presos políticos” y por la solución de las diferencias entre los ciudadanos “por vías democráticas y pacíficas”.

El documento estimó una participación de unas 5.000 personas y en él se demandaban garantías para la realización de esta actividad. Pocos días después cartas con pedidos similares –en algunos lugares se recibió oficialmente el escrito en las dependencias oficiales y en otros activistas dijeron que habían sido impedidos de llegar a ellas– fueron realizados en otras regiones como Villa Clara, Guantánamo, Santiago, Pinar del Río y Las Tunas.

El dramaturgo cubano Yunior García, uno de los promotores de la marcha opositora, en una fotografía de archivo. EFE/Ernesto Mastracusa

Hasta la fecha las autoridades no habían respondido si autorizarían o no las manifestaciones. “Pretenden militarizar aún más al país para el (hash)20N.

Ante el civismo de nuestra marcha, responden con la amenaza de las armas”, escribió el viernes en su cuenta de Twitter el dramaturgo García Aguilera. “¿Por qué tanto miedo a que la gente diga lo que piensa? íArmas, no! íDerechos”.

Otros críticos al gobierno, pero desde la izquierda, dijeron que no saldrían a marchar el 20 de noviembre por no coincidir con la agenda de demandas –a las cuales consideran liberales–, aunque defendieron los derechos de la ciudadanía a protestar en las calles cuando no están de acuerdo con el gobierno.

Tras conocerse la reacción gubernamental a la solicitud opositora y mediante una participación de los organizadores en el canal de la plataforma de activistas Archipiélago de Telegram, se indicó que ellos decidieron un cambio de fecha como respuesta y para evitar que esta sea considerada una provocación.

“Decidimos adelantar la marcha para el día 15”, explicó Reinier Díaz-Vega, uno de los activistas. “La solicitud (nueva) ya fue entregada a la Asamblea Nacional (el Parlamento)”.

Miles de cubanos salieron a las calles el 11 de julio por soluciones para demandas tan variadas como el hartazgo por los cortes de luz, las colas, la carestía o cambios políticos. Muchas de las manifestaciones –algunas se extendieron hasta el 12– terminaron en acciones vandálicas de ataques a patrullas, destrucción de vidrieras y enfrentamientos con la policía y con saldo de una persona fallecida.

Fueron las primeras manifestaciones antigubernamentales desde los años 90. Un número no determinado de personas –diversos grupos estimaron cientos– quedaron detenidos y algunos todavía permanecen en las cárceles con cargos como asalto, vandalismo o desacato, mientras otros –como el propio García Aguilera– fueron liberados pocos días después.

Cuba atraviesa una dura crisis económica producto de la pandemia del covid-19 y un incremento de las sanciones estadounidenses –que no cesaron con el mandatario Joe Biden a pesar de sus promesas electorales de flexibilización– que buscan asfixiar a la isla para presionar cambios políticos.

Largas colas para conseguir alimento, faltas de medicinas y mercado negro afectan al país. Aunque reconoció que algunas demandas eran justas, el gobierno atribuyó las protestas a una campaña en redes sociales orquestada como una operación desde Estados Unidos por grupos de interés dispuestos a todo para acabar con la revolución.

El Nacional

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