El líder de la Revolución rusa, Vladimir Ulianov, Lenin, fue implacable con los llamados líderes economicistas, quienes centraron sus luchas en objetivos económicos, sin criticar las estructuras que provocan la pobreza.
Ha sido una constante, sobre todo en los países de habla hispana, sin olvidar que el nuestro, encabeza el listado, de ciudadanos que luchan a muerte por reivindicaciones económicas. El que gana 30 mil pesos, aspira a devengar 60 mil, lo cual no es criticable, pero duele que no tengan la vocación de exigir reivindicaciones culturales para que ellos mismos y sus hijos, adquieran mayores conocimientos que les permita acceder a mejores empleos y elevar sus condiciones de vida.
El país necesita más instituciones que impulsen la lectura y la cultura en sentido general, como el Ateneo Amantes de la Luz que fue fundado en el año de 1874 en Santiago por el educador Manuel de Jesús De Peña y Reynoso. ¿De cuántas bibliotecas públicas dispone el país? ¿Cuántas personas acuden? ¿Se promueve visitarlas? ¿De cuántos espacios públicos disponemos para que nuestros jóvenes fomenten la lectura y las actividades culturales? ¿Cuáles son las causas de que nuestros estudiantes obtengan calificaciones vergonzosas en matemáticas, lectura y ciencias?.
Cada día hay menos políticas públicas diseñadas para que nuestros alumnos desarrollen un pensamiento crítico y si a esto añadimos que muchos de nuestros maestros, sólo piensan en reivindicaciones económicas y no especializarse en sus asignaturas, entonces el problema se agudiza.
Hace muchos años que la mayoría de los clubes sólo son deportivos. Han erradicado la cultura. Apenas nos queda el Club Mauricio Báez, que, a través de su Fundación, lleva a cabo un amplio programa cultural que impacta a todo su entorno. Hay otros clubes que desarrollan algunos aspectos culturales, pero son muy escasos.
Pienso que el primer paso debería ser: exigir a nuestra clase política, mediante ley, una formación adecuada para no tener que escuchar a nuestros políticos, decir ‘’ haiga’’ por haya, ‘’hubieron’’ por hubo y ‘’habrán’’ por habrá, entre otras barbaridades.
Por: Ramón Rodriguez
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