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Apagones sin justificación

 

Los apagones que azotan residencias, comercios, industrias y los servicios básicos desde hace varias semanas, carecen de justificación técnica y económica.

Los directivos de la CDEEE han dicho que los apagones se producen porque varias plantas han salido de servicio para mantenimiento. También argumentan que el consumo de energía ha aumentado en los últimos meses.

Se trata de dos grandes falacias.

¿Acaso no sabe la CDEEE que todas las plantas generadoras informan a las autoridades, por lo menos el 30 de septiembre de cada año, su programa de salidas para mantenimiento mayor y chequeos técnicos?
Ese programa de mantenimiento es mandatorio según el artículo 185 del Reglamento de la Ley General de Electricidad, por lo que no debería ser una sorpresa para la CDEEE y las distribuidoras.

El propósito de tal previsión es que las autoridades adopten las medidas para que con tiempo se tengan las soluciones que eviten o mitiguen el impacto negativo de las salidas programadas de generadores.
Las plantas que salen pueden ser sustituidas temporalmente por otras que están disponibles y, adicionalmente, con el aumento de la producción de algunas generadoras que operan por debajo de su capacidad máxima.

Pero hay más, los voceros de la CDEEE han llegado a citar como una de las causas de los apagones la salida de servicio de Punta Catalina 1, planta que está todavía en fase de pruebas y que por lo tanto no ha sido entregada a la Corporación por quienes la construyen. (Por suerte que no culpan también la “no entrada” de Punta Catalina 2).

En realidad, el parque de generación del país tiene capacidad disponible equivalente a casi el 15% por encima de la demanda regularmente abastecida. Según la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE), el sistema dispone de 270 MW extras en condiciones de entrar en línea y no lo ha hecho porque las distribuidoras no la autorizan.

Esa energía sustituta podría ser más costosa que la de las plantas que salen de funcionamiento, pero mucho menos que los apagones y sus consecuencias.

El Nacional

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