La detención en Houston, Texas, de 10 dominicanos que arribaron ilegalmente en una embarcación que salió del puerto multimodal Caucedo encendió la alarma sobre la seguridad en los muelles del país. Porque se ha determinado que el transporte marítimo en cargueros es una de las vías que utilizan deportados de Estados Unidos por drogas y otros delitos para reingresar a esa nación.
Existe una ley, la 426-2007, sobre polizones, y otra, la 137-03, sobre tráfico ilícito de migrantes y trata. Pero con la no aplicación de ambas leyes los navieros están cargando pesado.
Porque –según el presidente de la Asociación de Navieros de República Dominicana, Teddy Heisen– son sus miembros los que tienen que asumir las acciones legales y los gastos por retrasos en los buques, multas y las repatriaciones de los tripulantes clandestinos.
La queja de las navieras y la detención de dominicanos que se embarcan clandestinamente y que tienen la suerte de llegar con vida a sus destinos son para que se les preste atención.