Con el revuelo que ha surgido con la muerte de dos civiles en San Francisco de Macorís, la Policía tiene otra experiencia para investigar antes de acreditar las versiones de sus agentes.

Se informó que el exconvicto Wilman González Paulino y José Antonio Vargas Marte habían caído en un enfrentamiento con una patrulla, pero un video que circula en las redes sugiere que los civiles fueron ejecutados.

La Policía hace bien en iniciar las investigaciones para determinar las circunstancias y establecer responsabilidades sobre el suceso.

Aunque no sea el caso no sería la primera vez que integrantes de patrullas policiales acomodan crímenes para evitar juicios.

El problema ahora es que en el lugar menos pensado aparece una cámara, como ha ocurrido en San Francisco de Macorís, que recoge cualquier suceso.

El video que se ha mostrado sugiere que los civiles fueron capturados y ejecutados. La Policía quedaría muy mal parada de no aclarar un caso que irrita a la opinión pública y da margen para las críticas severas.

En aras de la seguridad los agentes del orden no pueden violar el protocolo y mucho menos aplicar la pena de muerte.