Con la muerte de los grandes relatos, pareciera que el autor de ” La condición posmoderna”, Jean Francois Lyotard nos gana la batalla, y tenemos que soportar el olvido a que son sometidos grandes personalidades que han hecho aportes imperecederos a la humanidad, para que Francis Fukuyama y su tesis de ”El fin de la historia y el último hombre” permanezca absurda por la eternidad de las eternidades.

Vamos a darle vigencia pues, a los cortos relatos para recordar al inmenso.: Edgar Morin. Este filósofo y sociólogo francés de origen sefardi ya tiene 97 años, por lo que, siempre temo a que me llegue la noticia de su muerte, sin que se le haga justicia con un premio nobel: tiene méritos como escritor y como pacifista, aunque ha tenido que guerrear en busca de la libertad. Edgar Morín es un orgullo para la humanidad. Ha estado siempre al lado de las causas más justas, con posiciones críticas y autocríticas.

En la Guerra Civil Española estuvo a lado de la República. Durante la segunda guerra mundial enfrentó el nazismo con valentía inaudita. Abrazó el marxismo con devoción abrasadora, pero a la vez, tuvo el valor de ser uno de sus críticos. Como era de esperarse, estuvo al lado de los muchachos en el mayo francés del 1968 y de todas las utopías que procuraran justicia y libertad.

Este gran hombre ha tenido como patria el planeta y ha aportado ideas innovadoras que van desde el estado de civilización y barbarie en que vivimos, hasta adentrarse a formular ideas concretas que garanticen el futuro de la humanidad. En sus libros ”Para salir del siglo XX”, ”Introducción al pensamiento complejo”,y ”La cabeza bien puesta’, Morín emerge como el padre de del pensamiento complejo.

Mientras millones de jóvenes en el mundo deambulan entre la trivialidad de temas insulsos que nada aportan para acabar con la mayor miseria de la humanidad, que es la ignorancia, nuestro olvidado autor, leyenda viviente de la integridad, da un salto gigantesco al escribir ” Lo 7 Saberes Necesarios para la Educación del Futuro”.

El pensador francés impactó al mundo con conceptos innovadores sobre la educación y dio al ser humano su verdadera dimensión en términos históricos.

Los razonamientos de Morín ponen en gran aprieto a quienes tienen la responsabilidad de transmitir los conocimientos, pues desglosa al ser humano en todas las vertientes posibles: el miedo, la duda, la esperanza, lo desconocido, los principios, lo inesperado, lo moral, lo amoral; el amor, el odio, la desesperanza, es decir la condición humana en su sentido más complejo.

Es una lástima que quienes temen a que los pueblos adquieran conciencia, hayan desmantelado nuestra Escuela Hostosiana, pues de no haber sido así, todo el pueblo dominicano tuviera demandando un premio nobel para Edgar Morín.