Opinión

Editorial

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 Hay que explicar

El Gobierno está compelido a someter al escrutinio público los proyectos de préstamos por mil millones de dólares concertados con China y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el fortalecimiento del sector eléctrico, porque se requiere medir el impacto que ambos empréstitos tendrían en el endeudamiento público.

Las autoridades han definido como ventajoso el crédito por 600 millones de dólares negociado con China durante la visita del presidente Danilo Medina a Beijing por su baja tasa de interés y porque serviría para financiar la readecuación de las redes eléctricas.

El BID aprobó otros US$400 millones para impulsar la sostenibilidad financiera e institucional del sector eléctrico, con lo cual la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) avanzaría en forma paralela en el incremento de la generación eléctrica, readecuación de las redes y en su fortalecimiento administrativo.

También se afirma que con esos préstamos de bajo costo, el Gobierno reduciría la emisión de bonos previstos para colocarse en 2019, aunque desde el ámbito oficial no se ha producido ninguna explicación convincente en torno a los términos de ambos créditos y su impacto en la economía.

Llama la atención que se concierte financiamiento por mil millones de dólares para mejoría en redes y fortalecimiento financiero del subsector eléctrico sin que las autoridades logren el imprescindible acuerdo que signaría el futuro de la industria eléctrica.

El problema mayor parece relacionado con el incremento de endeudamiento del sector público no financiero, que afectaría en el corto plazo la sostenibilidad de la economía a causa de los elevados déficits.

La construcción del complejo Punta Catalina representa ya un gran sacrificio para las finanzas públicas y en el incremento de la deuda del sector público no financiero, por lo que se requiere saber cuál sería el impacto de nuevos créditos por mil millones de dólares.

Antes de enviar esos préstamos al Congreso para su aprobación por vía de una mayoría mecánica, conviene que el Gobierno procure convencer a la ciudadanía, y en particular a los sectores productivos, sobre las bondades de esos créditos y la capacidad de la propia economía para redimirlos sin mayores complicaciones.

El Nacional

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