Opinión

EDITORIAL: Útil encuentro

EDITORIAL:  Útil encuentro

Autoridades militares y policiales de República Dominicana y Haití acordaron asumir un programa conjunto de seguridad fronteriza ante el llamado a movilización general en el lado haitiano contra el gobierno de Jovenel Moïse y en protesta por los escándalos de corrupción con fondos de Petrocaribe.

Ese encuentro entre el alto mando militar y policial dominicano con sus pares haitianos representa una buena señal de voluntad de cooperación entre las dos naciones en temas de control migratorio y de la delincuencia porque no sería posible imponer orden en la franja fronteriza sin el concurso de unos y otros.

No se exagera si se dice que Haití se ha colocado sobre un barril de pólvora a punto de explotar por el creciente estado de violencia y crispación social que lo agobia, especialmente por los reclamos de la población para que el Gobierno investigue la posible comisión de peculado con fondos provenientes del Acuerdo Petrocaribe.
La frontera domínico-haitiana es altamente porosa en la mayor parte de sus más de 390 kilómetros lineales, situación que se agrava por la contaminación de la corrupción que promueve el tráfico de indocumentados, drogas, armas, productos agrícolas y mercancías diversas.

El desorden migratorio representa el principal problema para República Dominicana, a lo que se suma hoy el peligro de que un desbordamiento de la crisis política, económica y social de Haití pueda provocar éxodos masivos hacia el este de la isla, en razón de que ningún haitiano desearía lanzarse al mar.

Es por eso que se resalta la reunión celebrada en la fortaleza de Jimaní entre el ministro de Defensa, el jefe de la Armada y otros oficiales con comisarios policiales y militares haitianos, en la cual se acordó ampliar canales de comunicación y asumir un programa de prevención y abordaje contra crímenes y delitos.

La cooperación fluida entre autoridades haitianas y dominicanas en materia de seguridad y control migratorio representa un gran paso de avance en la tarea de garantizar orden y controlar el flujo de indocumentados, aunque queda claro que corresponde al Ejército resguardar y defender el lado este fronterizo.

A la espera de que la pradera social haitiana no llegue a incendiarse con las manifestaciones convocadas hoy contra el Gobierno, se define como útil y previsor el encuentro del viernes entre autoridades militares y policiales con la finalidad de resguardar la seguridad en ambos lado de la frontera. También se espera que las autoridades haitianas asuman esta vez con responsabilidad lo acordado en la reunión del viernes.

El Nacional

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