Con tres destructores camino a las aguas cercanas a Venezuela, la Casa Blanca advirtió que Estados Unidos está dispuesto a usar todo su poder para detener el flujo de drogas a través de sus fronteras, y ya antes los titulares del Departamento de Estado, Marco Rubio, y de Seguridad Nacional, Kristi Noem, acusaron al presidente Nicolás Maduro de ser el jefe del “Cártel de los Soles”, responsable de mercadear toneladas de cocaína a territorio estadounidense.
Maduro puso a su ejército en alerta y ordenó la movilización de más de cuatro millones de reservistas, lo que hace pensar que se trata de un juego peligroso. El presidente Donald Trump, quien ha dicho que interviene como mediador en la resolución de al menos siete guerras en África y Asia, además del conflicto entre Rusia y Ucrania, ordenó al ejército prepararse para repeler grupos narcoterroristas en el extranjero.
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Es posible que con los buques militares estadounidenses en aguas de Suramérica y el Caribe no ingrese a esa nación ni un gramo de drogas, pero el tiempo dirá si el despliegue de esas fuerzas en aguas cercanas a Venezuela es solo una ofensiva antidroga, o si subyacen otros propósitos.