Editorial

El día aquel

El día aquel

La historia cambió de manera irreversible un día como hoy de hace 530 años, cuando el marino genovés Cristóbal Colón, al frente de tres barcos, arribó sin proponérselo a tierras inéditas que se conocerían después como el Nuevo Mundo o América, uno de los acontecimientos más relevantes de la humanidad.

No han sido suficientes más de cinco siglos de discusiones sobre si ese suceso derivó en una conquista o fue un encuentro fortuito o de dos mundos, aunque el descubrimiento del nuevo continente se encartó en el modelo de dominación vigente en la época basado en la esclavitud y el exterminio.

A partir de la histórica exclamación de ¡Tierra! Que se atribuye al tripulante Rodrigo de Triana, las potencias de entonces se abocaron a la conquista de los territorios, al dominio de sus pobladores y a la conculcación de todas sus riquezas.

España, cuya Corona patrocinó la aventura de Colón, que tenía el propósito de encontrar un camino corto o despejado hacia oriente, figuraba en términos económicos a la zaga de otras naciones como Inglaterra, Francia, Holanda y Portugal, cuyos procesos capitalistas bordeaban ya la era industrial.

A eso se atribuye que la mayoría de los pueblos de América heredaron de España un modelo económico basado en la acumulación de riquezas y no de desarrollo del capital, por lo que los episodios de conquistas de las huestes española se basaron en la religiosidad y el despojo de bienes tangibles, como el oro.

Sin que se arribe a alguna unificación de criterio sobre la hazaña de Colón se trató de una conquista más o si produjo confluencia de culturas, la conmemoración de esa efeméride encuentra hoy manifestaciones de rechazo con el derribo de estatuas y efigies de los conquistadores en muchas metrópolis de América y Europa.

En La Española, convertida por los descubridores lugar de primacías, también se debate sobre las causas y consecuencias de ese acontecimiento histórico, más aún porque en estos lares, la raza taína fue exterminada por la espada, custodiada por la cruz, y por el contagio de enfermedades como la venérea y tuberculosis.

En la interpretación de la historia resulta válida la cuarteta del escritor español Ramón de Campoamor: En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”, por lo que resulta válido conmemorar el Día del Descubrimiento de la Conquista o del Encuentro de dos culturas.

El Nacional

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