No se sabe si es exceso de optimismo, si en verdad están dadas las condiciones o si la afirmación del expresidente Danilo Medina de que el PLD podrá recuperar el poder en 2024 es un mero recurso para demostrar que la persecución contra la corrupción, en la que han caído figuras de su entorno más cercano, no lo intimida.
Lo que sí está claro, como quedó evidenciado en la elección de los titulares de sus 35 secretarías celebrada el domingo en Sans Soucí es que el PLD está decidido a renovarse y fortalecer sus estructuras internas para competir en el escenario público.
Ni las investigaciones por los escándalos de corrupción ni las deserciones de dirigentes han replegado a un peledeísmo que tras dejar el poder renovó su Comité Político, el Central y ahora escogió a los titulares de sus secretarías.
Todos los encuentros, aunque no hayan tenido la difusión y elogios de sus tiempos de gloria, son pasos importantes en una organización que envía señales de enfrentar los escándalos que involucran a sus dirigentes pero también de luchar por volver al poder.
En la elección celebrada en Sans Soucí participaron 1,243 miembros, el 76.58% de la membresía de su Comité Central, lo cual es bastante significativo. En medio del ruido, al menos hasta ahora el PLD se ha concentrado en el aspecto político como demostración de su determinación de echar el pleito en cualquier terreno que tenga que hacerlo. Que nadie se engañe.
