Editorial

El Talibán

El Talibán

El mundo occidental reacciona sorprendido y consternado ante la toma del poder en Afganistán del Talibán, grupo islámico radical que hace 20 años fue derrocado por una intervención militar de Estados Unidos y aliados como respuesta a los atentados terroristas contra las Torres Gemelas y el Pentágono.

Estados Unidos  afronta una tormenta política y diplomática por la decisión del presidente Joe Biden de completar el programa de retiro de tropas estadounidenses que combatían a insurgentes talibanes, a lo que se atribuye su retorno al poder y  posible reedición de un régimen de opresión religiosa.

A mediados de 2020, el entonces presidente Donald Trump instruyó al secretario de Estado, Mike Pompeo,  a  concertar en Doha, Qatar, un acuerdo con el talibán, mediante el cual Washington se comprometió a retirar la totalidad de sus tropas a más tardar en mayo de 2021.

Los insurgentes prometieron no usar ni permitir que los territorios bajo su control sean para  agredir o poner en peligro la seguridad interior de Estados Unidos y sus aliados, así como iniciar conversaciones con el Gobierno afgano para  alcanzar un acuerdo  de cese de hostilidades.

La Administración  Biden dio seguimiento al cumplimiento de ese acuerdo  bajo el criterio de que tras la desocupación queda un ejército afgano integrado por 300 mil efectivos bien  entrenados y equipados, pero nunca presentó resistencia al avance de las fuerzas del Talibán…

Las cosas no resultaron como estuvo planeada porque el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, huyó con rumbo desconocido y se dice que con alforjas repletas de dinero, lo que motivó que  los talibanes  tomaran el control de la capital, Kabul, y del Palacio presidencial, prácticamente sin disparar un tiro.

La comunidad internacional no logra entender que después de derrocado por una intervención militar que se prolongó por 20 años ese grupo islámico ultra radical retoma el Poder en Afganistán sin encontrar resistencia y en los hechos inflige una derrota militar y política a Estados Unidos y aliados.

Estados Unidos, lo mismo que la antigua Unión Soviética, Francia, Reino Unido, y otras potencias occidentales, nunca entendieron que es imposible transformar milenarias civilizaciones con exclusivo uso de tanques y misiles. Ayer fue Vietnam, hoy, Afganistán.

El Nacional

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