De salud y otras cosas

El valor de la amistad

El valor de la amistad

César Mella

“Según parece, no hay nada a lo que la naturaleza nos haya encaminado más que a la asociación con nuestros semejantes” Montaigne.

Tertuliando en la Librería la Trinitaria con el medico Guaroa Ubiñas Renville, reputado cirujano estético y escritor, me entregó unas  páginas de su autoría  que está escribiendo sobre la amistad y cuyos conceptos voy a compartir con mis lectores en detalle.

“El mejor amigo es el que se entera de nuestras necesidades, y sin que uno pida nada de ellos, nos brindan las soluciones”.

“ El amigo consecuente se siente honrado con ayudarte y toma en cuenta tus necesidades y urgencias”.

Los  verdaderos amigos—agrego yo—, se conocen en la cárcel y en el hospital y cuando caes en desgracia.

Amigo no es  un conocido, ni se trata  de un compañero de trabajo. Es una vinculación afectiva, voluntaria en donde la lealtad y la sinceridad reciproca, son ingredientes claves.

“El amigo—continua Guaroa—es aquel que tiende una tabla para que cruces el arroyo”

“Tenemos amigos que brindan una sonrisa o una frase cariñosa cuando llegamos temprano a las faenas, otros nos apagan la sed y nos brindan el pan”.

“ Las decepciones ocurren cuando pedimos al amigo lo que no puede darnos o no está en  disposición de socorrernos cuando más lo necesitamos”

Eso de decir “tengo una desinteresada amistad” es complejo. Siempre hay un trueque, un intercambio soterrado. El negocio sale a flote. ..

“Los merecimientos, la bondad, la solidaridad y el desapego deben acompañar y nutrir las auténticas amistades”.

Observando lo que  ocurre en el mundo de la política y de los negocios, me quedo  estupefacto al escuchar los denuestos e insultos entre personalidades de la vida pública que antes eran “más  que hermanos”.

Las amistades más intensas y sanas se observan en la niñez y en la adolescencia. El “compinche”  con un amiguito trae celos hasta en los propios hermanos de sangre.

El autor que comento ubica la hipocresía, actitud contraria a la sinceridad, como un veneno para el establecimiento y cultivo de amistades sanas.

Con el desarrollo de los medios inalámbricos de comunicación, a veces se cultiva la amistad a distancia, en donde hablas con un ser querido a largas distancias, observando el lenguaje de su rostro.

Hay que tomar en cuenta que varios factores conspiran con las esencias de una sana amistad: tipo de personalidad, intereses, ideologías, la contaminación por el chisme de terceros.

El tiempo que se dispone para “juntarse”, los  derrotados del éxito ajeno, los elementos éticos e ideológicos, en fin, son muchos los  ingredientes que nos acercan o nos alejan del cultivo de una sana amistad.

Cuando a dos amigos, fuerzas oscuras, los ponen a competir, el vínculo puede debilitarse. Es el caso del “amor de una mujer” al que ambos, como gladiadores, aspiran conquistar, dos grandes amigos, en la historia de la humanidad, han llegado hasta el duelo.

Una  amistad de calidad esta liberada del egoísmo individualista, de la competencia social y de la envidia. El amigo sufre el daño del otro y se alegra de sus éxitos… Cultivar y mantener buenas amistades fortalece a la sociedad.