En el Ministerio de Educación el rancho está que arde. Con la oposición de la presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), Xiomara Guante, a la contratación transitoria de maestros se complica más la crisis que ha marcado la apertura del año escolar.

La reacción de la gremialista evidencia que la salida anunciada por el ministro Roberto Fulcar para evitar la pérdida de docencia se adoptó en forma unilateral, además de ser un tanto compleja.

Sorprende que en un sector tan conflictivo y donde abundan variados intereses un antiguo gremialista como el titular de Educación tome decisiones por su cuenta, sin consensuarlas con los actores del sistema educativo.

Al oponerse a la contratación de maestros Guante advirtió que la medida ha generado incertidumbre en la clase magisterial.

Por falta de visión, planificación o lo que fuere Educación no ha podido resolver el déficit de 19 mil maestros que tiene la cartera. El concurso que se convocó para llenar las plazas no ha culminado por diferentes inconvenientes, todos los cuales son relacionados con la imprevisión de las autoridades educativas.

Antes que contratar profesores de emergencia, la presidenta de la ADP sugirió asignar las vacantes a los docentes que trabajan en una sola tanda.

En lo que se llega a un acuerdo queda de manifiesto que en un sector tan conflictivo las decisiones no se pueden imponer en forma unilateral, al margen incluso del pacto educativo.