El éxito que han tenido los centros católicos en la educación a todos los niveles avala su consideración de que una buena enseñanza pasa por la disciplina y el orden en los planteles.

Los obispos aclaran que no se trata de reprimir a los estudiantes ni mucho menos, sino simplemente de que el principio de autoridad prevalezca en los centros de enseñanza.

No es ningún secreto que por distintas razones los profesores han perdido su autoridad en las aulas, en tanto que los resultados exponen con toda claridad las deficiencias de la educación universitaria.

Los centros primarios, secundarios y universitarios regenteados por la Iglesia católica están en los primeros lugares en calidad de la enseñanza en parte por la disciplina y el orden que comprometen a estudiantes y profesores a cumplir con sus deberes.

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Con el sindicalismo y la politiquería hacer que prevalezca el respeto, la disciplina y el orden en los planteles constituye un desafío que es necesario abordar.

La disciplina, como señaló monseñor Alfredo de la Cruz Baldera, rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), es la que forma el carácter del ser humano.

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Hoy existe una corriente que defiende una educación de calidad, que contribuya a la creación de ciudadanos más aptos para impulsar el desarrollo del país. Se necesita que cada actor desempeñe su rol si en verdad se quiere mejorar la calidad de la enseñanza en el país