¿Qué Pasa?

Entre el cielo y tierra

Entre el cielo y tierra

Mary Leisy Hernandez

Encuentros en la gran urbe

Nueva York. Estados Unidos. Emocionante encuentro en el corazón de Nueva York, con compueblanos y compañeros del bachillerato. Pusimos como punto de encuentro la 34 con Broadway y allí, ante atónitas miradas, nos dimos cálidos y apretados abrazos, como solo los dominicanos nos sabemos dar.

Desde ahí comenzamos a caminar por las calles de downtown, mientras bromeábamos y recordábamos los años vividos en el liceo de Cotuí. A algunos los vi por última vez cuando terminamos la secundaria, pero ese día volvimos a conversar y a recordar como si el tiempo se hubiese detenido.

Es fácil encontrar amigos perdidos en la ciudad donde todos, o casi todos tienen un primo, un hermano o un sobrino, especialmente si se tiene ganas. Hacía nueve años que no visitaba Nueva York y ansiaba volver para encontrarme de nuevo a familiares y amigos. Pena que el tiempo fue corto y me faltaron muchos. Con cierto tiempo avisé y programé encuentros.

El primero, con una amiga que vino desde Atlanta solo para verme. Al encontrarnos comenzamos una larga plática, que solo interrumpimos cuando el estómago nos gritó por comida.

Con estos dos primeros encuentros sentí que lo vivido me bastaba para considerar ese viaje como el más emocionante que hice a la gran urbe, pero hasta el final de mi visita siguieron muchos otros días igual emocionantes.

El segundo día tuve una linda reunión con un grupo de colegas periodistas, con las que quise encontrarme muchas veces más, pero el tiempo era corto y la gente por ver muchas: sobrinos que aun no conocía, amigos y familiares que viven en ciudades cercanas a Nueva York, en fin.

Fue un viaje de inolvidables encuentros y cada encuentro una oportunidad de renovar y fortalecer lazos.

El Nacional

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