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Esquicio del vuelo antología poética personal

Esquicio del vuelo antología poética personal

Por: Amable Mejía
amablemejía1@hotmail.com

Una antología siempre nos propone algo, personal o no. Ésta, Esquicio del vuelo. Antología personal de José Mármol (nacido en 1960), abarca gran parte o todo lo mejor hasta ahora, ¿de lo mejor de su poesía? Podría ser, aunque él no llegue a esa vanidad, de una labor poética in crescendo desde sus inicios, 1984 de luz, hasta de más luz, 2019, donde la orfebrería, sensibilidad y dedicación para con la palabra poética prima, indudablemente, en la creación de un buen poema. Sus poemas siempre son: “demoniaca y divina la palabra, la que nos despierta del letargo” y “voy a dibujar un pájaro que es su mismo vuelo”.

Cuando el poeta, en su derecho, realiza toda su labor como un esbozo, que paradójicamente es definitivo, aun se crea lo contrario, nos acerca a un sentido de la vida un tanto enriquecedor y frágil a la vez.

Trazos. El autor, en su consciente lo plantea así no así su inconsciente, pero para el lector no dejan de ser recursos de la creación poética. De ello, lo que hay que ponderar que en el fondo de la vida todo es un esbozo. Lo más importante es que esta antología se alza con vida propia ante una labor madura de reflexión permanente sobre la creación poética. Los poemas, en individualidad, perteneciente a cada libro, aquí adquieren otra vida.

Ojalá se pudiera hacer lo mismo con la vida, el vivir con nuestros hechos, en otredad, que nos marcan. Escoger, extraer, separar lo mejor de una cantidad determinada de poemas, de libros publicados por asombro, especie de autosatisfacción y de saber lo que se hizo, es esta muestra.

El poeta que pretenda, cuando la labor creativa está en avanzada como una consciencia lúcida, en diferentes planos de la creación; libros dados a conocer como forma diferente de expresar asombros ante la vida, anda en buen camino, que en esencia es lo que es escribir poesía, como comunicación trascendente. Ahora el autor nos presenta esta antología, no por capricho sino como muestra espiritual y material de la labor realizada que, lejos de estar concluida, aun bajo la atmosfera de los cuestionamientos de que hace lo mismo, no es así.

Esta labor creativa da testimonio de su estado de pureza y eclecticismo a la vez ante la palabra poética, en definitiva, para la poesía. Entonces, el acierto surge al reunir esta obra y la labor creativa para mostrar esta entrega, y como autor lo sabe, que, si no somos el mismo poema tampoco somos la misma persona. Ante cada poema gestado apenas conservamos cómo nos llamamos, cada apuesta creativa es un universo diferente. Es el caso de esta antología personal de Últimos Mostros Editores de José Mármol, llamada Esquicio del vuelo, 2022. Muestra coherente de su labor creativa.

¿Qué significa para el autor y la poesía dominicana recoger lo mejor de José Mármol? Más bien se diría que es una muestra acabada de una consciencia lúcida y sensible a la vida a partir de la palabra poética. Todo y nada, pues el autor ve esta antología como un esbozo con trazos definitivos.

El lector de poesía ha leído todos estos poemas en sus libros individuales, ahora se vuelve a gozar, estéticamente, en una línea de vida evocativa todos juntos, bajo la salvedad que no hay prólogo que predisponga su lectura, excepto los logros y reconocimientos respeto a sus resultados creativos en las solapas. 

¿Qué nos despierta esta poesía reunida en esta muestra de selección exigente? Gozos de una buena muestra, de una labor que tiene como puntos cardinales el asombro, pues es un libro que hay que escoger sin recelo, por el lado gozoso de lo espiritual, pues no hay que olvidar que la poesía nos da la otra piel que siempre tienen las palabras organizadas en el orden de los recursos de la poesía, alcanzando las medidas (que no se puede medir) de la existencia. Un buen poema no caduca en una existencia plena del ente que lo genera, sino que lo engrandece.

Esta selección calidoscópica, cuyo destino es el lector sin menoscabo del poeta creador, nos da de frente para que giremos en un solo pie hasta terminar en dos y respirar hondo, además de ser una incitación sutil a que les leamos con los pies encaramados para desenvolvernos mejor en sus propuestas, pues al lograr el poema se hace eterno en sus referencias cognoscitivas de las medidas exactas de la poesía: desconcertar la belleza y a la vez al lector de la palabra que esconde siempre la poesía.

El autor es escritor.

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