Las estadísticas se han convertido en un recurso que las autoridades emplean para comparar la eficacia de su gestión con respecto a otros períodos.

Salvo contadas excepciones se trata de un recurso desacreditado, que no siempre se corresponde con la percepción. La medición de la delincuencia es un buen ejemplo.

El caso ha vuelto sobre el tapete con los 34 infantes que según la dirección del hospital de maternidad de Los Mina han muerto estos días en el centro de salud.

Sin embargo, el presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Senén Caba, denunció que manipulan los datos al entender que son más las defunciones. Caba expresó que no cree en las estadísticas del hospital. En lo que va de año el centro dice que han muerto 72 infantes, que es más o menos la media en comparación con otros años.

En pocas palabras, no hay razones para alarmarse por las defunciones, aunque sea obvia la admisión de que el sistema no ha mejorado en cuanto a preservar la vida de los recién nacidos.

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Más que de estadísticas para anestesiar a la opinión pública es preferible que se hable de medidas para evitar los fallecimientos de recién nacidos.

El presidente del CMD tiene razón al solicitar una investigación más exhaustiva sobre las defunciones tanto en el hospital de Los Mina como en otros centros de salud donde alumbran mujeres carentes de recursos. Por las dudas que ya existen en esa investigación deben participar sectores independientes.