Fanatismo político
Los cuatro grandes casos de corrupción conocidos por el Ministerio Público se caracterizan por la profesionalidad y descansan en un enorme sustento de pruebas irrefutables, por lo que hablar de “persecución política” es un pretexto infeliz, propio de personas fanáticas políticamente, que colocan la pasión por encima de la razón y, consecuencialmente, no se detienen (porque no les interesa) a estudiar expedientes.