Adiós a un matrimonio feliz
Que, al principio, la ventura pretendida y perdurable del habituado desposorio, “el clima de paz perpetuado”, haya sido prohijada, rebosante, “crece”, en las migas de “arroz el día de las bodas”, pero baldías, “sobrante[s]”, engullidas por un pájaro agorero, “paloma negra”, que “picotea” desde las sombras, alude, en alegórico giro, al cuco de los daños […]