Con más escepticismo que confianza en el proceso, el caso Odebrecht, sacudido por denuncias de omisiones y manipulación, entra desde el jueves en una de sus últimas fases con la presentación de las pruebas con que la Procuraduría sustenta la acusación contra los imputados.
Entre los muchos elementos que llaman la atención están la solicitud de un traductor del portugués formulada por el procurador adjunto Wilson Camacho sobre la base de que la mayoría de los testigos de cargo son brasileños.
El pedido indica que las autoridades no se basarán únicamente en las delaciones del exrepresentante de Odebrecht, Marco Vasconcelos Cruz, sino que se ampararán en documentos oficiales.
Los inculpados coincidieron durante la presentación de su defensa en responsabilizar al exprocurador Jean Alain Rodríguez de ligarlos por diferentes motivos al escándalo de los sobornos pagados por Odebrecht para la adjudicación de obras.
Los señalamientos más punzantes los hizo el empresario Ángel Rondón al denunciar que Rodríguez había excluido de la acusación a 28 personas identificadas por Cruz y de proponerle un acuerdo para que acusara a dirigentes del PRM de recibir sobornos.
Los acusados son, además de Rondón, el expresidente del Senado y dirigente del PRM, Andrés Bautista; el exdirector de Inapa y también del PRM, Roberto Rodríguez; el exministro de Obras Públicas y antiguo tesorero del PLD, Víctor Díaz Rúa; el exsenador del PLD, Tommy Galán, y el abogado Conrado Pittaluga.

