Tokio, (EFE).- El Festival Internacional de Cine de Tokio (TIFF), que arrancó este lunes, cuenta en esta edición con presencia iberoamericana récord, un hecho que su director de programación achaca a “la fortaleza” de sus películas.
“Por supuesto, hay buenas cintas de otros países también, pero este año las películas latinoamericanas eran muy fuertes”, explica en una entrevista con EFE el director de programación del TIFF, Shozo Ichiyama, quien dice que, en general, buscan lograr un equilibrio entre países en su selección, aunque no siempre se consigue.
Esta 35 edición del TIFF, que se celebra hasta el 2 de noviembre, cuenta con participación iberoamericana en casi todas sus categorías, y compiten por el gran premio dos películas españolas y una chilena, que se verán las caras con otros 12 filmes internacionales de varios países como Japón, Italia o Vietnam.
“Este año no hay películas francesas o estadounidenses en competición”, señala Ichiyama, quien considera que está creciendo el interés en el país asiático por cinematografías, como el cine en español, que no solían llegar a salas con tanta facilidad como las cintas en inglés o francés.
Este año es también el primero en catorce en el que el TIFF revive el Premio Akira Kurosawa, que se entrega a directores por sus contribuciones al cine global y que este año galardona al mexicano Alejandro González Iñárritu, en reconocimiento a sus “extraordinarias contribuciones al cine mundial” y del que se espera que “defina el futuro de la industria cinematográfica”.
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Este galardón ha sido entregado en el pasado a cineastas como Steven Spielberg o Yoji Yamada y el comité de selección reconoce que el debut en el cine de Iñárritu con filmes como “Amores Perros” (2000), “atrajo la atención mundial al cine mexicano y ha seguido desafiándose vigorosamente a sí mismo para probar algo nuevo con cada película”.
“Iñárritu es un antiguo amigo de nuestro festival y queríamos reconocer su estilo cinematográfico y su carrera con este premio”, explica Ichiyama sobre el mexicano, que ya logró el Gran Premio del TIFF por su debut “Amores Perros” (2000), en la edición número 13 del festival.
Fuera de la competición oficial, se proyectará también “Bardo, Falsa Crónica de unas Cuantas Verdades” (2022), el ultimo filme de Iñárritu, que muestra su lado más personal hasta ahora, en una película que supone una reconstrucción emocional de la vida del realizador revivida desde un alter ego, Silverio Gama.
En este sentido, Ichiyama dice que no le preocupa si las películas que llegan al TIFF son producidas por estudios al uso o por servicios de streaming como Netflix, como es el caso de “Bardo”, pero considera que algunas cintas deben poder verse igualmente en la gran pantalla.
“Bardo no es un película que debas ver en tu ordenador portátil”, afirma el director de programación, que prefiere no comparar el festival tokiota con el programa -más extenso- del Festival Internacional de Cine de Busan en Corea del Sur.
“Busan tiene un buen programa, con muchas más películas, pero también tenemos una buena alineación aquí, especialmente de filmes asiáticos, que tendrán en Tokio su estreno mundial”, concluye Ichiyama.
Además de las tres cintas iberoamericanas en competición y el reconocimiento a Iñárritu, este año se celebra también la edición número 19 del Latin Beat, el festival de cine latino de Tokio, la quinta integrado dentro del TIFF, y que trae a la capital nipona filmes como la colombo-francesa “La Jauría” (2022), del bogotano Andrés Ramírez Pulido
