Santo Domingo.- Freddy Ginebra… ¿Bastará con citar ese nombre para invocar la capacidad humana de hacer milagros, de ubicarse por encima de las dificultades, de conquistar el sueño de ofrecer a todo el arte nuevo, a todo el talento que no tenía expresarse, el altar propio desde el cual ser emoción y experiencia que no se olvida?

Conversar con Freddy, “El duende mayor” de la cultura, es transportarse a pasillos sorprendentes en los cuales la creatividad, en todas sus formas, música, teatro, pintura, muestran un camino. Ese que aparece cuando todo se cierra y es oscuro.

Freddy Ginebra es luz y esperanza. En su mirada, en su sonrisa, radican la fe, el optimismo, la validez del criterio.

La preguntamos cuál ha sido la presentación artística más emotiva presentada en Casa de Teatro:

– El concierto más emotivo, ha habido cientos, pero hubo uno de Expresión Joven, cuando Ramón Leonardo musicalizó el poema de don Pedro Mir y el poeta estaba presente que jamás podré olvidar. El público que abarrotaba la sala entre lágrimas aplaudió de pie.

Dice que otro de igual trascendencia fue el de Mercedes Sosa en una época difícil donde la casa estuvo rodeada de policías… “han pasado tantas cosas y mi corazón está lleno de momentos inolvidables, soy un hombre rico…”.

Le pedimos que recuerde a un hombre que era asiduo a Casa de Teatro: Orlando Martínez. “El día que mataron a Orlando había llamado a Casa de Teatro para reservar dos entradas para un espectáculo de Convite. Fue una noche llena de dolor. Orlando nunca llegó”.

Un hombre como este, aparentemente triunfador de empeños imposibles, ¿ha tenido momentos de soledad?

“En mi trayecto he tenido momentos de mucha soledad, donde he flaqueado y pensado dejarlo todo, vivo los días uno a uno y así es más fácil. Una vez un artista me dijo que “la casa” le olía a pobre, que me decidiera por otro tipo de vida y que le diera la oportunidad de transformarla en un lugar chic donde viniera el dinero y la gente quisiera pertenecer, solo le contesté que yo no tenía remedio, me encantaba el olor a pobre y que por los pobres y sin oportunidades seguiría mi trabajando”.

¿Qué postura se debe asumir cuando te cierran las puertas en las narices negándote apoyo?

“Una puerta cerrada es una oportunidad para tu inteligencia, he aprendido más de los fracasos que de los aplausos. Creo siempre en hacer el bien, aunque te devuelvan con maltratos. Aquello de poner la otra mejilla lo aprendí de muy joven, cuesta, pero da sus frutos”.

Ginebra es un hombre en el cual se siente vivir la Ciudad Colonial. ¿Qué le representa “la zona”?

“La Ciudad Colonial es mi hábitat perfecto. Nací en ella y me identifico con ella, está llena de recuerdos de mi niñez, es el tesoro de la ciudad, donde todo comenzó. Ser presidente del Clúster de Ciudad Colonial fue una gran oportunidad para trabajar por la ciudad junto a compañeros maravillosos y preocupados por mantenerla como una joya del caribe”.

UN APUNTE

El origen

Casa de Teatro es fundada cuando dos teatristas dominicanos – Ángel Hache (recién llegado de España) y Rafael Villalona (desde Rusia) le plantean que hacía falta un local para hacer teatro y mantener las obras por largo tiempo.

Ginebra aceptó la idea como desafío y se tiró a la calle a buscar apoyo. El primero en responder positivamente fue Manolito García Arévalo, luego otros… y el milagro de la Casa de Teatro…fue posible.