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Generalidades

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Carlos T. Martínez

Adiós a la leyenda

La pasada semana perdimos a un grande de la música. Un hombre que conquistó a miles de personas a través de sus composiciones, las cuales continuarán perenne en el corazón de cada ser.
Es difícil aceptar y entender que ya no tendremos físicamente a nuestro querido Anthony Ríos para escucharlo cantar en vivo y gozar con sus historias, anécdotas y chistes, de eso solo quedaran los recuerdos.
A lo largo de toda su vida, Anthony fue un gran luchador en la música y de la vida, pero como todos sabemos llega un momento en que ya Dios nos quiere a su lado a tiempo completo y a él le llegó su hora. Pero como en más de una ocasión él lo dijo, no quería que su muerte fuera vista como algo triste, él mismo sostuvo que en vez estar triste porque llegó su hora de partir de este mundo, mejor celebraría los años vividos.

En la música Anthony Ríos fue y será uno de los artistas más queridos por el pueblo dominicano. Su talento para componer y su capacidad interpretativa serán difícil de comparar y más difícil aún de superar.
Anthony siempre fue un soñador y su música un remanso de paz de la agitada y moderna vida actual. Un recurso indispensable de los enamorados y recurso espiritual de las almas soñadoras. Fue y será un orgullo de la música no solo para nuestra tierra sino a nivel mundial.

Pero además del canto, Anthony se destacó como humorista, actor y presentador, lo que lo convirtió en uno de los más polifacéticos y exitoso en cada área en que se desempeñó.

Y aunque muchos desde que se muere una figura del arte y la cultura quieren crucificar a la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) por no entregarle tal premio o el Gran Soberano, y como ya muchos medios han aclarado, Ríos sí fue reconocido por nuestra institución y la mayor distinción, el Gran Soberano, no la recibió por decisión propia, la cual se respeta a todo artista, por lo que no es justo que ahora vengan a querer poner al gremio como los malos de la película.

En cuanto al amor, sus 26 hijos son el resultado de su don de conquistador.

Yo que compartí en múltiples ocasiones con este icono de la música sé que se fue feliz y agradecido de su pueblo que nunca lo abandonó y que en cada concierto que estaba el aforo estuvo a casa llena.
Descansa en paz querido amigo.

El Nacional

La Voz de Todos