La visita a Santo Domingo del canciller de la Federación Rusa, Serguei Lavrov, debe ser de gran provecho para los propósitos del sector turismo de regresar a una tendencia positiva el flujo de visitantes rusos a República Dominicana y avanzar en el reclamo a la comunidad internacional para que voltee rostro hacia la crisis haitiana.

El número de turistas rusos por vía aérea se redujo de 86,087 en 2023 a solo 1,499 en 2024, lo que se atribuye a la evolución de la guerra que libra esa nación con su vecino Ucrania, ante lo cual Lavrov dijo que uno de los objetivos de su visita es promover la recuperación de esas estadísticas.

Las relaciones diplomáticas entre ambas naciones datan de 80 años, pero por primera vez la Federación Rusa inaugura una sede diplomática y consular en el país, lo que permitirá la presencia permanente de un embajador, que ya no será concurrente con el que funge en esas funciones en Venezuela.

El canciller dominicano Roberto Álvarez, solicitó a su colega ruso que intervenga ante el Kremlin para que la Federación Rusa respalde una acción más efectiva de Naciones Unidas (ONU) en la misión de paz en Haití, un reclamo que Moscú escuchará insistentemente desde su embajada en Santo Domingo.

La histórica visita del ministro de exteriores ruso se completó con un encuentro a puerta cerrada con el presidente Luis Abinader, cuyas conversaciones seguramente giraron en torno al interés de ambas partes de estrechar nexos diplomáticos, comerciales y económicos, además de tratar el tema haitiano.

No se exagera si se define como histórica la presencia aquí del canciller Lavrov porque pone en relieve la importancia que el gobierno de Vladimir Putin concede al liderazgo que ejerce República Dominicana en la región, por su consolidada democracia y resiliente estabilidad macroeconómica.

La embajada rusa, inaugurada ayer de manera simbólica, se proyecta como una de las estaciones diplomáticas de Moscú más activas en el Caribe y Centroamérica, especialmente en gestiones de inversión, exportación y negocios.

Con una historia de 80 años de nexos con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), devenida en Federación Rusa, la visita del canciller Serguei Lavrov y la inauguración de la embajada de Rusia, inician una nueva etapa en las relaciones entre ambos países que seguramente será promisoria, al amparo del principio de respeto y reciprocidad.