Se trata de un toque de atención que las autoridades deben tomar en cuenta la preocupación de la Iglesia católica en torno a los procesos contra la corrupción.

Monseñor Freddy Bretón, arzobispo metropolitano de Santiago y presidente de la Conferencia del Episcopado, advirtió que el pueblo no puede ser defraudado en su sed de justicia contra los que han dispuesto en su provecho de los recursos públicos. Pero la confianza en que la justicia realiza su trabajo no significa un cheque en blanco para festinar los procesos con prisiones preventivas o violaciones de la dignidad personal.

Lo que plantea la justicia es que el Ministerio Público tiene que actuar con estricto apego a las leyes, sin importar la magnitud de los delitos que se atribuyan a imputados como el caso Operación Medusa.

La posición del clero coincide con la de otros sectores que ven con preocupación el protagonismo del Ministerio Público en el caso Medusa, que tiene al exprocurador Jean Alain Rodríguez como su principal imputado. Bretón, como vocero de la Iglesia, reconoció que la justicia tiene que hacer su trabajo.

Pero dijo esperar respeto a los imputados por corrupción, pero también la recuperación de los bienes sustraídos al erario, que bastante los necesita el país.

El señalamiento de la Iglesia se resume en que la justicia debe actuar con responsabilidad y transparencia en cada uno de los casos de corrupción. De ninguna manera para satisfacer el morbo de la población.