SANTIAGO.-La Arquidiócesis local de la Iglesia Católica afirmó que la escuela dominicana está enferma y que los constantes hechos de violencia que suceden en nuestros centros educativos públicos provocan alarma y espanto entre la población.
En el editorial titulado “Una escuela enferma”, del periódico semanario Camino y que circula a partir de este próximo domingo 18 de los corrientes, la Iglesia Católica refiere que la frecuencia de esos actos vandálicos deben ponernos en alerta, ya que estamos frente a un nuevo fenómeno social que vislumbra días muy grises para la sociedad dominicana.
“Se hace urgente buscar la medicina que sane la escuela dominicana. Todavía estamos a tiempo”, subraya Camino.
Puntualiza que cómo se explica que en el presente año escolar se hayan registrado más de 20 mil casos de violencia entre estudiantes.
“Ese dato ofrecido por el ministro de Educación es alarmante y peligroso”, puntualiza la publicación católica.
Se pregunta cómo se ha llegado a esos niveles de intolerancia y violencia desbordada en los planteles escolares del país.
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Plantea que eso viene ocurriendo desde que la familia dejó atrás su función de forjadoras de personas honestas, respetuosas, trabajadoras y con vocación de servicio.
“Desde que muchos padres y madres dejaron de ser modelos y referentes para sus hijos, convirtiéndose en los primeros en llevar una vida divorciada de los principios que dan sentido a la vida”, agrega Camino.
Del mismo modo, indica que esa situación se da desde que muchos miembros de la clase política hicieron de esta ciencia un trampolín hacia la corrupción y el engaño.
“También desde que muchos medios de comunicación dieron cabida a la vulgaridad y fomento al irrespeto”, sostienen los católicos.
Asimismo, desde que muchos que se llaman artistas, llenaron las redes sociales de inmundicias y promoción de drogas, chabacanería y otros estilos de vida que han hecho de muchos jóvenes guiñapos humanaos.
“Desde que las consecuencias para los violadores de la ley se vistió de impunidad, y por eso hoy estamos cosechando los frutos de esa siembre perversa”, dice en otra parte de su editorial Camino.
Indica que ya es hora de construir una escuela nueva de donde surja el ser humano solidario, que siente las bases de una cultura de paz, con una visión de futuro esperanzador.