El primer ministro de San Vicente y las Granadinas ha iniciado una cruzada para que República Dominicana sea expulsada del Foro del Caribe (Cariforum) e impedida de ingresar a la Comunidad Económica del Caribe (Caricom), a menos que el Gobierno del presidente Danilo Medina incurra en desacato a la sentencia del Tribunal Constitucional que fija el alcance de la nacionalidad.
Es indescriptible el atrevimiento en que ha incurrido el señor Ralph Gonsalves, quien con ridícula ínfula imperial incurre en grosera intromisión en un asunto relacionado con el fuero soberano dominicano y profesa una conducta inamistosa contra un país que ha sido paradigma en la promoción de una diplomacia respetuosa y solidaria con los Estados caribeños.
En una carta de contenido irrespetuoso e insolente, el señor Gonsalves anuncia al presidente Medina que ya se ha puesto en contacto con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, para recomendarle que Santo Domingo sea expulsada del Cariforum y además advierte que su gobierno no apoyará el ingreso dominicano al Caricom.
Ante la ofensiva anti dominicana desatada por San Vicente y las Granadinas, el Gobierno dominicano ha dispuesto el envío de una misión oficial a Caracas para explicar contenido y alcance de la sentencia del Tribunal Constitucional, que tiene la condición de irrevocable y que fue votada por un órgano competente del Estado nacional.
El diputado Pelegrín Castillo había denunciado en la víspera la puesta en marcha de una trama internacional contra República Dominicana, que ha quedado evidenciada por las gestiones diplomáticas que encamina el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, para que el país sea excluido de los esquemas Cariforum, Caricom y hasta del Acuerdo Petrocaribe.
El señor Gonsalves carece de calidad jurídica y estatura política para pretender lapidar a República Dominicana porque uno de sus órganos jurisdiccionales ha emitido una sentencia que fija el alcance de la nacionalidad y ordena regularizar la situación de las personas que resulten afectadas por ese fallo que procura también que se aplique la ley en materia de control migratorio.
Corresponde a la Cancillería dominicana emitir una nota de rechazo en los términos más firmes y contundentes a las amenazas e insolencia vertidas por ese primer ministro contra la figura del presidente de la República y del gentilicio nacional.
Es claro que contra República Dominicana se encamina una trama de proporciones mayores, en la que alfiles como el ministro Gonsalves sirven de avanzada en la ejecución de un proyecto mayor que procura erosionar prerrogativas relacionadas con la soberanía y autodeterminación que obviamente la Patria de Duarte enfrentará en todos los terrenos posibles.
