Ginebra, (EFE).- La aceleración de la integración comercial en el Caribe es esencial para impulsar el crecimiento de la zona, crear empleos y reducir la pobreza, afirma un estudio del Banco Mundial (BM) sobre esa región publicado hoy.

El informe indica que, a pesar de ser pequeñas, las economías caribeñas deben esforzarse por ser más competitivas para cosechar los beneficios de la integración global internacional.

Recalca, además, que los esfuerzos de la región en materia de política comercial en las últimas tres décadas se basaron fundamentalmente en las preferencias arancelarias de las que ha gozado para su acceso a los mercados de Europa y Norteamérica.

Paralelamente, su integración en la economía internacional ha sido lenta y pobre, si se compara con la lograda por algunos países asiáticos con similares niveles de integración hace treinta años.

El Banco Mundial pronostica que en vista del impacto de la recesión en Estados Unidos, por la crisis financiera general y los periodos de altos precios de los combustibles y de varias materias primas agrícolas, el crecimiento económico del Caribe se ralentizará.

Menor crecimiento económico y consumo en Norteamérica y Europa podría reducir las exportaciones, las remesas, el turismo, las inversiones extranjeras directas y la ayuda exterior, añade.

Comparativamente, la economía caribeña es tres veces menor que la de Irlanda, con un Producto Interior Bruto de 70.000 millones de dólares (según las cifras de 2005 en las que se basa el estudio) y una población de 25 millones de personas.