Santo Domingo.- Hoy se recuerda aquel 28 de abril de 1965, día en que Estados Unidos realizó una intervención en República Dominicana para impedir que Juan Bosch, líder y fundador del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), asumiera el poder nuevamente.
Historia
Las Fuerzas Armadas, junto con el pueblo, reclamaban la reposición del gobierno de Bosch, quien había recibido un golpe de estado en 1963 debido al proceso de democracia que había decidido iniciar en su gobierno.
El enfrentamiento que se produjo entre los constitucionalistas y el grupo de San Isidro hizo que Pedro Bartolomé Benoit solicitara la intervención militar del gobierno de Estados Unidos para lograr derrotar a los defensores del gobierno de Bosch.
Es así como como el 28 de abril llegó a Santo Domingo la Fuerza Interamericana de Paz, cuerpo armado compuesto por diferentes países, miembros de la Organización de Estados Americanos, cooptada por Estados Unidos (OEA).
Este grupo, compuesto principalmente por estadounidenses, fue enfrentado por los constitucionalistas desde su entrada al país.
Al día siguiente, el presidente Lyndon B. Johnson ordeno la invasión total a República Dominicana para impedir que el gobierno democrático volviera al poder.
Las tropas intervencionistas lograron dividir la ciudad y bloquear a los constitucionalistas para que estos no siguieran avanzando e instalaron un gobierno paralelo al que encabezaba Francisco Alberto Caamaño Deñó, recayendo sobre Antonio Imbert Barreras la presidencia de este.
Luego de una reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, se aprobó la conversión de las fuerzas norteamericanas de invasión el país y enviaron más tropas.
Johnson advirtió que no toleraría “otra cuba” en el Caribe, pidiendo a sus aliados que apoyaran la intervención.
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Es entonces cuando las dictaduras militares de Brasil, Nicaragua, Honduras y Paraguay también enviaron tropas a la isla para rescatar “la democracia amenazada por el mismo pueblo”.
Con la mediación de la OEA y el gobierno de Estados Unidos se logró una salida al conflicto, en donde los defensores de Bosch fueron desarmados, perseguidos y exiliados mientras los marines preparaban elecciones realizadas bajo su control, con el objetivo de llevar al poder a un presidente que respondiera por sus intereses.
En las elecciones participaron Juan Bosch, por el PRD y Joaquín Balaguer, del Partido Reformista.
La inseguridad que existía luego del conflicto le impidió a Bosch realizar campaña política, lo que llevo a Balaguer a obtener el poder, ya que contaba con el apoyo de los marines por las funciones que había desempeñado durando la dictadura de Trujillo.
Con esta victoria, las tropas se retiraron del territorio nacional, dejando al país en manos de Balaguer.
