Opinión

Inventario de lo mínimo

Inventario de lo mínimo

s el momento para que los ayuntamientos o gobiernos locales asuman sus responsabilidades plenas, en tanto el gobierno central se ocupa de lo suyo. Muchos impuestos y/o gravámenes pagamos los ciudadanos en forma directa o indirecta, incluidos los de asuntos municipales, para seguir como hasta ahora en la relación Estado-sociedad y entre los dos gobiernos.

Yo no firmaría ningún pacto eléctrico, educativo, fiscal, de cualquier naturaleza, mientras estemos operando como hasta ahora, cada cual por su propio camino, y muy en especial los gobiernos nacionales y los locales. Hay que replantearlos. Tenemos desde la fundación de la República envolviéndonos en los mismos discursos, ni más ni menos.

Nos está haciendo falta un inventario aunque sea de lo mínimo sobre las necesidades ciudadanas y sobre las necesidades del municipio, en todos los sentidos.

Irnos organizando en torno a lo mínimo para reordenar la oferta y la demanda de nuestra sociedad, hacernos más efectivos y eficientes en la relación Estado-sociedad, pero a bajo costo, defendiendo el valor de cada centavo recaudado por el Estado, por la administración pública y para lo público.

Por ejemplo, Obras Públicas y los ayuntamientos pueden hacer (y presentarlo a la sociedad) un inventario de necesidades mínimas y/o prioritarias en materia de reconstrucción de calles, avenidas, aceras, contenes, desagües…y con la debida distribución o asignación de responsabilidades a los fines de que a partir del inventario haya un plan y/o calendario de ejecutorias o de acciones, con su presupuesto y el responsable de su ejecución.

Da mucha lucha ser y/o conservar el optimismo en una país como el nuestro. Viendo nuestra historia en retrospectiva hay razones de sobra para justificar históricamente las razones del llamado pesimismo de una parte de nuestra intelectualidad del siglo XIX y principios del XX.

El Nacional

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