MACAO, China.- Jessie Vargas pareció ir de más a menos. Sufrió, pero al final derrotó al mexicano Antonio DeMarco para conservar su título Superligero de la Organización Mundial de Boxeo.

Para Vargas fue suficiente una buena primera mitad de combate, en la que dominó a DeMarco, quien arrancó tarde su búsqueda de campeonato.

El campeón reinante nunca fue muy superior a DeMarco, pero sí pareció hacer lo suficiente para que los jueces dieran una marcación idéntica de 116-112 a su favor.
“Antonio tenía que ser paciente, pero creo que tardó demasiado en comenzar la pelea”, dijo el entrenador de DeMarco. “Le dije que tenía que lanzar más golpes desde el principio”.

DeMarco abrió el pómulo izquierdo al campeón tan rápido como en el segundo asalto, a pesar de que a estas alguras los golpes aún escaseaban por parte de ambos púgiles.

El corte fue provocado por un cabezazo accidental de DeMarco sobre el rostro del méxico-americano. De cualquier manera, el mexicano recibió una advertencia del réferi Luis Pabón.

En el tercer asalto, DeMarco pareció lastimar con un gancho al hígado que remató con otro al rostro a Vargas. Sin embargo, pareció ser una llamada de atención para el campeón porque a partir de ahí se fue sobre DeMarco.

Vargas comenzó a conectar combinaciones al rostro de DeMarco, en particular en el quinto asalto, cuando una izquierda a la mandíbulo causó daño. Aprovechó para lanzar ráfaga de golpes, pero el mexicano alcanzó a librarla.

Para entonces, el entrenador Freddie Roach gritaba a DeMarco que tenía que ser más agresivo y moverse.