Testimonios. Catástrofe. Jet Set. Dolor. Producto del siniestro en el centro de diversión Jet Set, el pasado día 8 de abril, del que han resultado al día de hoy 232 víctimas mortales y más de 180 heridas, todavía nuestro país está de luto.

Todas las muertes han sido dolorosas, muy dolorosas. Pero a mí particularmente hay dos que me han causado un dolor mayúsculo: La de Catherine Najri Nadal y la de Alexandra Grullon Segura, hijas de los empresarios José Antonio Najri y Cynthia Mercedes Nadal Porro y, Alejandro Grullon (EPD) y Melba Segura, respectivamente.

A don José Antonio Najri le tengo gran aprecio, admiración y agradecimiento. Es un hombre noble, solidario, de mucha sensibilidad humana. Recuerdo que cuando en el año 2000 sustituyó en la senaduría del Distrito Nacional a la doctora Milagros Ortiz Bosch, quien se juramentaba como vicepresidenta de la República en el Gobierno que iniciaba el ingeniero agrónomo Hipólito Mejía (agosto 16), en representación del PRD (Partido Revolucionario Dominicano), el PRD del doctor José Francisco Peña Gómez, este ilustre caballero me nombró en la oficina senatorial del Distrito Nacional, su oficina. Esto no solamente sin que yo se lo pidiera, sino que ni siquiera lo supe de ante mano, me entré de esa buena nueva dos o tres días después.

Del fenecido Alejandro Grullon recuerdo una anécdota que me impactó sobremanera en sentido positivo: Mientras trabajaba como ayudante de un técnico en plomería en reparación de una avería pluvial, en la casa que habitaban los Grullon entonces, en una callecita que da paralela a la Abraham Lincoln, entre Sarasota y Bolívar, llegada la hora de la comida, don Alejandro nos dice: Lávense las manos y vengan, vamos a comer, confieso que quedé anonadado cuando me di cuenta que nos invitaba a comer junto a él y su familia en su comedor. Díganme ustedes si no se trataba de un hombre humilde, sencillo, un hombre humano.

De doña Melba Segura, podemos decir, mujer de vida pública conocida por su labor a través de la entidad que fundó y dirige, la Fundación Sur Futuro, una señora también humilde y sencilla, laboriosa, de espíritu solidario y altruista.

Vayan pues mis condolencias. Que las almas de todos los fallecidos estén descansando en paz. Consuelo y resignación a todos los deudos…

Muy cordialmente
José Vicente Calderón R.