Esta decisión fue calificada como una burla tanto por la Procuradora de Corte del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reinoso, como también por Jordi. Caminero estudia derecho en la Universidad Abierta para Adultos (UAPA) y guarda prisión en el Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Rafey hombres.
Mientras que la magistrada, Reinoso, reconoció en Twitter, que los imputados tienen derecho a reinsertarse en la sociedad, sin embargo criticó que Candy Caminero con apenas 9 años de reclusión tenga permisos para hacer pasantía en los tribunales de Santiago donde ejerce Jordi, lo que calificó como ”una burla”.
De su lado, el abogado, Jordi Veras Rodríguez, denunció que en Santiago se han otorgado 21 permisos y que con el de ayer suman 22, los internos que con rango de peligrosidad algunos de ellos, fueron favorecidos.
”Como Candy, un sicario, no sería extraño encontrarte en las calles con el asesino de tu padre; madre; hijo o de quien haya atentado contra ti”, apuntó.
Recordó Jordi Veras Rodríguez, que Caminero era policía cuando fue contratado para asesinarlo.
”Y participó en la investigación para tergiversar los hechos cuando se estaba en búsqueda de pruebas. Es ese mismo a quien el juez de Pena acaba de darle “el chance” que no tuvimos nosotros por 7 años de trabajar porque simplemente no podía”, criticó el letrado.
Asimismo, dijo que es una burla a quienes han resultado lesionados de forma directa o indirecta, incluso para la misma sociedad.
”Tal como le dije al magistrado de Ejecución de la Pena ayer, no busco venganza ni que aquellos que intentaron quitarnos la vida mueran o purguen penas de sufrimiento; sin embargo, cada ser humano debe entender sus consecuencias y que las mismas le llevarán a tener limitantes” Agregó Veras Rodríguez en su cuenta de Twitter.
Por el intento de asesinato de Jordi Veras, fueron condenados en el año 2014, Candy Caminero a 30 años, mientras que el empresario Adriano Román(fallecido) Franklin Reynoso Moronta, Engels Carela Castro, el teniente Roberto Zabala y el agente Arturo José Ferreira, los dos últimos de la Policía, fueron sentenciados a 20 años, en tanto que impuso una pena de 10 años a Francisco Carela Castro.
El intento de asesinato se llevó a cabo la mañana del 2 de junio del 2010, en el momento en que el abogado y comunicador ingresaba al parqueo del canal 25, de aquí, donde laboraba en un programa.
