Esther E. Agelán Casasnovas, jueza emérita de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) señaló que el acoso sexual es una realidad en las universidades del país, donde las mujeres sufren intimidación, miedo, vergüenza, depresión y ansiedad, sin que existan los protocolos para atender y proteger a las víctimas.
La magistrada pronunció la conferencia “Acoso en las Universidades y Mecanismos de Prevención” y dijo que el miedo a ser estigmatizadas impide que las víctimas denuncien cuando son acosadas.
La abogada, especialista en prevención del ciberacoso, habló en el marco de la Primera Jornada Internacional sobre Prevención del Acoso, organizada por el Tribunal Constitucional (TC) en coordinación de la Alcaldía del Distrito Nacional y la Universidad Federico Henríquez y Carvajal (UFHEC).

La actividad, fue realizada en el auditorium de la UFHEC, academia que estuvo representada por su rector, Alberto Ramírez Cabral.
Agelán Casasnova dijo que a esa realidad se suma la falta de sensibilización sobre los daños psicológicos que ocasiona.
Daños del acoso
La experta definió el acoso como la “persecución continuada e intrusiva a una persona con quien se pretende establecer un contacto personal contra su voluntad”.
Destacó que existen diferentes tipos de acoso, entre los que resaltó el laboral, el sexual, el hostigamiento contra una pareja o expareja y el ciberacoso, que se refiere a cuando el acoso se materializa a través de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Aseguró que se trata de una situación que afecta el libre desarrollo, además de que provoca angustia, intimidación, miedo, ansiedad, vergüenza y depresión, cuyo origen está relacionado con los celos, la envidia, el odio y la venganza, así como la incapacidad de aceptar un rechazo.
Recordó que un estudio publicado en 2020 reportó que un 60 % de las niñas y jóvenes del mundo han sido víctimas de diferentes formas de ciberacoso, en plataformas de redes sociales, desde los ocho años.
¿Cómo prevenir?
Agelán Casasnova consideró imperioso visibilizar el tema como una conducta grave e incluir en las políticas públicas programas para la protección de las mujeres y las niñas contra la violencia digital.
Aconsejó educar a los niños para evitar conductas obsesivas y hostigadoras, establecer mecanismos de atención integral a las víctimas, crear un marco jurídico que establezca sanciones disciplinarias para los casos menos graves, así como tipificar y sancionar el ciberacoso y el sexting no consentido.
El obejetivo de la actividad es prevenir el problema.
Los organizadores
La actividad fue organizada por la Comisión de Igualdad de Género del TC, que es coordinada por la magistrada Alba Luisa Beard Marcos e integran, además, los magistrados Lino Vásquez Sámuel, Manuel Ulises Bonnelly Vega, María del Carmen de Cabrera y Eunisis Vásquez Acosta.
Participaron Mayra Cabral Brea y Paulina Ramírez, funcionarias del TC y la SCJ, respectivamente.